Los objetivos de esta actividad son:
- Alinear el equipo y hacerlo autosuficiente en DDD
- Dar visibilidad a nuestros flujos
- Categorizar nuestros casos de uso y poder compartirlos con otros equipos o nuevos miembros
- Detectar casos de uso anómalos
Una vez conocemos cómo montar flujos con las cartas, vamos a descubrir cuáles son los flujos que definen nuestra aplicación. Los flujos que nos salgan formarán parte de nuestro “Playbook” de equipo.
Las reglas son las que se explicaron en el artículo sobre aprender a montar el flujo.
En esta actividad deberemos hacer lo siguiente:
- Busca un caso de uso que tenga tu equipo
- Define y explica el flujo usando las cartas
- Mapea con postits las clases u objetos que se puedan clasificar en cada carta.
- Debate si todo lo mapeado encaja a todo el equipo.
- Agrega ese flujo a tu Playbook
- Itera el proceso con todos tus casos de uso
- Simplifica tu playbook
Busca un caso de uso
Como equipo, pensad en cuantos casos de uso tenéis y escoged uno sencillo para empezar.
Define el flujo con las cartas
Como ya sabemos construir un flujo con las cartas, usad ese mismo método para intentar definir el caso de uso escogido anteriormente. La idea es que se pueda hacer de forma narrativa, como explicando un cuento a una persona recién llegada.
Te puedes guiar por los playbook de ejemplo que hay tagueados.
Mapea con postits clases y cartas
Ahora intenta mapear las clases y todos los elementos que tengas en tu caso de uso, ubicándolo en cada carta.
Debate con tu equipo si todo está en su lugar
En este punto, cobra especial relevancia si todo el equipo opina lo mismo sobre cada concepto mapeado. Pueden pasar dos cosas principalmente:
- Dudas sobre si una clase u objeto está en su lugar correcto. Si hay dudas, se puede consultar el detalle de la carta. Si fuera necesario, y si hay un consenso, se puede alterar las reglas de la carta. (Se reimprime y se cambia).
- Una clase u objeto no se adapta a ninguna de las cartas de nuestro flujo. Eso puede indicar que hay una clase que hace varias cosas, con lo que tocaría redefinir esa clase y cambiarla o partirla para ubicar cada responsabilidad en su lugar.
Agrega ese flujo a tu Playbook
Una vez habéis podido definir un flujo y ubicar un caso de uso, ya forma parte de tu Playbook. Ahora lo podréis usar para compartir con otros equipos y con las personas nuevas que se incorporen.
Itera el proceso con todos tus casos de uso
Ahora, haz lo mismo con todos tus casos de uso. Al final tendrás tu playbook que define toda tu aplicación.
Simplifica tu playbook y tus casos de uso
Una vez lo tenéis todo resumido en vuestro Playbook, buscad jugadas parecidas y debatid si se podrían unir en una sola, o si un caso de uso es demasiado pesado.